miércoles, 15 de julio de 2015

38º ANIVERSARIO



Es tradición celebrar con singular entusiasmo conmemoraciones significativas: Bodas de Plata, de Oro…, algunos privilegiados, Bodas de Platino.

Hoy, tras 38 años de enlace matrimonial, rindo homenaje a los números modestos, a los que no culminan ningún ciclo completo. Porque, en realidad, son ellos los que paulatina, pero ininterrumpidamente, sin descanso, jalonan y cierran el círculo.
Nos hacemos mayores, si no lo somos ya. Cada ineludible cita médica nos depara nueva sorpresa. Nos evidencia la fragilidad, limitaciones, el desgaste físico connatural a los años. Protagonizamos progresivamente la inexorable realidad.
Conforta que aquel vínculo sacro que consagró el amor conyugal delante del altar de la sencilla parroquia “El Buen Pastor”, al contrario del deteriorado cuerpo, haya ido intensificando cohesión, año tras año, sorteando mil eventualidades y desbrozando una historia compartida.
En esta historia son hitos destacados los hijos, la familia que ha ido expandiéndose engendrando nuevos brotes, generando frondosidad.
Dios nos ha ido acompañando a lo largo del camino. Hemos experimentado su presencia que cada día agradecemos. Con la confianza depositada en su amor de Padre proseguimos la andadura.

Salvador Egea Solórzano


1 comentario:

Gloria dijo...

Pues muchas felicidades, pareja. Que disfrutéis de todos vuestros seres queridos, y que podamos seguir disfrutando del testimonio generoso y comprometido de vuestro amor.